Pro-Israelí y Anti-Netanyahu: El Discurso del presidente Obama en Jerusalen.

por MARIANA HERRERA, Actriz. MA en Historia del Arte, U. de Haifa.

El miércoles 21 de Marzo, en el marco de su primera visita presidencial a Israel, el presidente de los EE.UU Barak Obama pronunció, frente a miles de estudiantes de todas las universidades israelíes[1], un discurso que fue catalogado por la prensa como una caricia dolorosa.[2]

Obama comenzó recordando que la historia de Pesaj  es la historia sobre la búsqueda de la libertad, en la que se recuerda que el pueblo judío pasó siglos de sufrimiento, exilios y genocidio, soñando siempre con regresar a casa, concretando lo anterior con la idea sionista, de ser un pueblo libre en su tierra natal. Piropeó a Israel, diciendo que es una nación de patentes innovadoras que han llegado desde el más pequeño microchip a las órbitas del espacio; que es una democracia próspera, con 10 premios Nobel, que tiene una prensa libre incansable, y que ha logrado todo esto superando las amenazas constantes a su seguridad, a través de la valentía de las Fuerzas de Defensa de Israel y una ciudadanía resistente al terror.

Manifestó su apoyo al derecho de Israel a defenderse, argumentando que Israel ha tomado riesgos por la paz, retirándose de Gaza y el Líbano, para luego recibir terrorismo y misiles en vez de paz. Expresó que ahora es el momento de que el mundo Árabe normalice sus relaciones con Israel. Finalizó su discurso diciendo que la única manera de que Israel prospere como un estado judío y democrático es a través de la ausencia de guerra y del levantamiento de una Palestina independiente. Invitó a los israelíes a ponernos en los zapatos de los palestinos, diciendo que no es justo que ellos tengan que vivir toda su vida con la presencia de un ejército extranjero que controla sus movimientos. Dijo que al igual que los israelíes construyeron un estado en su tierra natal, los palestinos tienen derecho a ser un pueblo libre en su propia tierra. Y acá fue enfático en afirmar que los jóvenes israelíes debemos impulsar  a nuestro gobierno a que tome los riesgos necesarios para alcanzar la paz.[3]

Por donde se le mire, el discurso de Obama fue claramente pro-israelí y anti-Netanyahu, y la  clave para concluir lo anterior está en leer lo que dice entre líneas. No nos confundamos, la liberación y la redención de Israel, no vendrá desde afuera. Ni el mesías, ni los muros de defensa, ni la más sofisticada maquinaria bélica nos ayudarán. Solo cuando el último de nuestros soldados en Cisjordania, vuelva a casa, podremos decir que no se habrá perdido nuestra esperanza, la esperanza de dos mil años, de ser un pueblo libre en nuestra tierra, la tierra de Sion y Jerusalén[4]. Ahí estará nuestra liberación. Ese será el milagro de la Auto-redención.