El “Sí” y el “No” all over again

por MICHELLE HAFEMANN, Periodista, U. Diego Portales, Tesista de Magíster en Ciencia Política, U. de Chile.

El domingo se celebraron las primeras elecciones primarias abiertas en la historia de Chile y, como tales, tuvieron resultados bastante reveladores. En primer lugar, la participación fue tres veces más alta de lo que los analistas políticos habían anticipado. Mientras se hablaba de un millón de chilenos votando, se obtuvo finalmente una asistencia a las urnas de 3.007.486 personas.

En cuanto a la primaria entre los candidatos de la derecha, se reveló la potencia de la máquina electoral de la UDI, que logró imponer a su candidato que sólo había tenido dos meses de campaña política, contra un candidato que llevaba prácticamente un año en carrera. Ciertamente puede haber influido en este resultado el hecho que más de algún elector de Allamand creyó que votando por Andrés Velasco le restaría votos a Michelle Bachelet, y lo que hizo finalmente fue perjudicar la opción de su mismo candidato, uno de los grandes perdedores de la jornada. Otro de los perdedores sin duda fue Claudio Orrego, quien no fue capaz de activar a las bases de su partido, la Democracia Cristiana, y perdió su lugar como mejor segundo.

El otro perdedor fue el centro político chileno, siendo las dos opciones ganadoras las que representan ambos extremos en el espectro político-partidista nacional. Esto implica, por una parte, que se presenta la oportunidad a los candidatos independientes (Marcos Enríquez Ominami y Franco Parisi, en definitiva, porque Marcel Claude está incluso más a la izquierda de Bachelet) de ocupar ese centro que quedó actualmente vacío y así convocar a esa parte del electorado que no se sienta identificada con ninguna de las dos opciones más fuertes. Pero por otra parte, esto deja entrever que estamos por vivir una de las campañas presidenciales más polarizadas de las que se han visto en el último tiempo. Dada la inclinación política de los dos candidatos de los bloques mayoritarios, lo más probable es que esta elección reviva el clima político del Plebiscito de 1988. En resumidas cuentas, y 25 años más tarde, en noviembre de este año los chilenos serán nuevamente convocados a votar por el “Sí” o por el “No”.

Históricamente, Chile había tenido una tradición política de tres tercios, es decir, de tres sectores que se representaban en las elecciones: la izquierda, el centro y la derecha. El régimen de Pinochet vino a cambiar para siempre ese escenario, dejando el panorama dividido en dos bloques, en contra y a favor del gobierno militar. Así se definió la elección del ’88, y la misma fórmula se ha repetido, en mayor o menor intensidad, en las todas las votaciones presidenciales posteriores. Un triunfo de Allamand en la derecha y Orrego como segunda mayoría en la izquierda habrían cuestionado esta lógica.

No fue así y, sin embargo, se volvió a elegir a dos políticos que representan la oposición a Pinochet o la reivindicación de su legado. Así que apróntense a vivir un clima electoral encrispado y a volver a  escuchar adjetivos calificativos que ya casi habíamos olvidado, como “upeliento” o “pinochetista”, “marxista” o “fascista”, y etc. Si hay algo bueno en esto es que al encenderse las pasiones se encenderá también el interés en la política y probablemente esto implique una mayor participación en la elección presidencial de noviembre próximo. Pero ese ya es tema para otro artículo.

Publicaciones Similares

Un comentario

  1. Encuentro que tu articulo esta basado en consignas que estan al borde de la falacia, en primer lugar no puedes afirmar que MEO y Parisi estan en el «centro» ya que si examinasr un poco sus programas podras denotar claramente como parisi es de derecha y MEO esta «mas a la izquierda que bachelet», frase que para mi no tiene ningun sentido ya que bachelet en su planteamiento puede sonar de izquierda pero en la practica es un gobierno de derecha, profundizando en el sistema neoliberal.
    Por otro lado establecer que estas eleccion es la repeticion del plebecito del 88 es darle mucho credito a la alianza y a la concerta, aqui no se decide nada, si bien ambas coaliciones tienen planteamientos distintos, tuvieron su oportunidad para hacer algo y no hicieron absolutamente nada, los chicago boys estan mas vivos que nunca, y estuvieron igual de vivos en los ultimos 23 años como en los 4 años del gobierno de piñera.

    Me extraña la simpleza de alguien con tus credenciales

    saludos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *