El prometedor y olvidado futuro del tenis chileno

por JOSE ANTONIO ZAVALA, Est. Ingeniero Comercial, U. Adolfo Ibáñez.

La ya desaparecida figura de Nicolás Massú de las canchas del tenis mundial, y el definitivo cierre que Fernando González puso a su carrera, generó una ola de especulaciones negativas sobre el futuro del tenis nacional. La duda de las próximas figuras de este deporte era el principal pensamiento que se generaba en los chilenos, quienes comenzaban a perder la esperanza de volver a celebrar un triunfo en el deporte blanco.

Pero poco a poco comienzan a desaparecer esos generalizados miedos y aparecen las nuevas figuras, esta vez lideradas por Christian Garín (16), quien se ha encargado de dar grandes esperanzas luego de ganar el Roland Garros Junior, igualando a Fernando González, quien fuera el único en haberlo logrado.

Pero este joven es solo la punta del iceberg de la nueva generación del tenis chileno. Es quien nos hizo despertar y acordarnos que ya hay nombres como Gonzalo Lama (20) y Matías Sborowitz (20),  quienes desde hace tiempo están teniendo logros importantes en el deporte de arcilla, y que hay muchos más nombres desconocidos para la mayoría, que no están teniendo la pantalla ni el auspicio necesario para llegar a ser grandes deportistas como a los que estábamos acostumbrados a tener.

Es de conocimiento general que el tenis es un deporte que requiere de grandes desembolsos económicos, sobre todo por los viajes que se deben realizar. Lamentablemente la situación de estos chicos no es la que esperamos; tienen que restarse de muchos torneos, privilegiando los que ellos consideran más importantes o simplemente los que pueden pagar, poniéndolos en una situación de desventaja con sus pares internacionales quienes muchos tienen el apoyo necesario y la oportunidad de asistir a muchos más torneos y así adquirir mucha mayor experiencia. Es muy importante también que ellos viajen con su entrenador y su preparador físico, muy diferente es viajar solos como la mayoría de las veces deben hacerlo para llegar a los campeonatos.

La nueva camada se constituye por: Lama (20) quien ya es la quinta raqueta nacional y se ubica en la posición 370 del ranking ATP, Guillermo Nuñes (17) a quien ya lo comparan con Marcelo Ríos, encontrándose en la posición 1072, Nicolás Jarry (17) cuyo fuerte es el dobles y se encuentra en el puesto 675 del ranking ATP de dobles, y Bastián Malla (16) quien ocupa el 1578 del ranking. Estas son las principales figuras que tiene el futuro del tenis chileno, y  probablemente conformarán nuestro futuro equipo de Copa Davis. Pero para eso, deben y requieren de un mayor apoyo de las instituciones competentes.

Como está ocurriendo en la mayoría de los deportes, no se están destinando los recursos ni el apoyo necesarios para tener deportistas de primer nivel.  Así no podemos esperar ni exigir que el tenis chileno ni ningún otro deporte, salvo el fútbol, tenga grandes resultados como sí nos tuvo acostumbrados el tenis en un cercano pasado, y si así llegase a ser, sería simplemente gracias a todas esas familias que sacrificaron tiempo y muchísimos recursos para darnos deportistas preparados y exitosos.

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