Fortalecer la comunidad en busca de una sociedad mejor

por ARIELA LIJAVETZKY, Lic. en Ciencias de la Educación de la U. Buenos Aires. Directora del Departamento de Educación No Formal de la OHA Macabi.

 

Ya lo decía Tevie, el lechero, en El violinista en el tejado: “¡Tradición!”. Cada cultura tiene sus tradiciones. Cada país tiene las propias e incluso en cada familia suelen desarrollarse hábitos y costumbres particulares de cada hogar. 

En cada persona pueden convivir múltiples identidades y, por consiguiente, son muchas y diversas las tradiciones que uno desea mantener. En mi caso, me gusta definirme como mujer, como argentina, como judía, como docente, como hija, como hermana, como novia, como nieta y como amiga. Principalmente como persona, reconociendo que cada uno es libre de forjar su propia identidad y seguir sus propios ideales, siempre y cuando éstos no muestren intolerancia hacia los demás.

Hoy mi “parte judía” es la que me lleva a intentar fortalecer aquellas tradiciones con las que nací. Buscar que mi comunidad se mantenga unida, pero sin cerramientos. Si hay niños que traen el pan bajo el brazo, yo vine con una Jalá, el pan especial que se come en la cena judía tradicional de los viernes por la noche.

En este espíritu es que decidí embarcarme en la aventura de organizar un encuentro para jóvenes judíos de Latinoamérica. A partir de la propuesta de la Fundación Schusterman, que promueve actividades sobre cultura judía (que no son exclusivas para la comunidad), presentamos junto a mi amigo Diego Goldman la idea de organizar un encuentro en Argentina que reúna a jóvenes de comunidades judías pequeñas de Latinoamérica.

El objetivo primordial de esta iniciativa es hacer frente a los dilemas y conflictos que atraviesan las comunidades de todo el continente: disminución de recursos económicos que llevan al cierre de escuelas judías y sinagogas, la migración de jóvenes que reduce la situación demográfica de cada agrupación, los actos de antisemitismo, el desinterés por lo tradicional y lo denominado “antiguo”.

Así es como surge “LAZOS- Raíces Construyendo Futuro” – www.lazoslatam.org. Un encuentro que tendrá lugar del 30 de marzo al 2 de abril en Cataratas del Iguazú y que reunirá a jóvenes representantes de comunidades judías de Chile, Paraguay, Uruguay, México, Bolivia, Brasil, Ecuador y Argentina.

Durante cuatro días abordaremos los desafíos que se suscitan en cada ámbito, pensaremos  cómo fortalecer la llama judía y, a su vez, cómo contribuir al desarrollo de la sociedad en general. Ya sea a través de eventos abiertos al público, de programas de acción social y/o de encuentros interculturales. Una variedad de propuestas que seguramente surgirán a partir de LAZOS y que serán sólo el comienzo de un largo camino por recorrer.

Elegimos Iguazú como sede del encuentro por la energía que transmite este lugar. Porque esta maravilla de la naturaleza nos inspira a la acción. También pensamos con detenimientos cuáles serían los mejores oradores para sumarse.

Así fue que convocamos a Manu Lozano, director de la Fundación Sí, que nos brindará una charla motivacional exactamente en el punto mayor de energía… frente a las Cataratas; luego estará Pipe Stein, reconocido publicista de Uruguay, quien nos ayudará a pensar cómo llegar a la gente, y de qué manera elaborar los mensajes para que todos se sientan convocados; finalmente Victor Rottestein, gerente de SEO en Mercado Libre, nos dará algunos tips de posicionamiento online para que las propuestas que surjan de este encuentro puedan tener buena repercusión en Internet.

En una región donde los pueblos originarios han sufrido, y lamentablemente siguen padeciendo, el aislamiento y la discriminación, debemos reforzar cada una de las identidades latinoamericanas. Culturales, étnicas, religiosas, de género. Por eso, para configurar apropiadamente nuestra identidad y lograr entenderse a uno mismo, es imprescindible aceptar y respetar al otro. Sin el otro, no hay un nosotros posible.

No hay dos personas iguales, como no hay dos culturas o religiones iguales. Si logramos valorar las tradiciones y la historia de cada cultura, estaremos valorando a cada persona en toda su integridad. Y sólo así podremos, algún día, construir una sociedad mejor.

*Nota especial de nuestra columnista en Revista Coyuntura.

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