Ciencia ficción judía feminista: IV° Parte – Final

por JORGE ZEBALLOS, Periodista, U. Santiago. Ex Pahil Hashomer Hatzair Chile.

 

Para el final, Ursula K. Le Guin, famosísima escritora de Ciencia Ficción, además de anarquista, taoísta, hija de uno de los padres de antropología cultural y traductora de Gabriela Mistral, entre una larga lista de actividades. En 1969, publica La mano izquierda de la oscuridad (título original The Left Hand of Darkness). El texto historia resultó premiado y se considera una de las primeras obras importantes de la ciencia ficción feminista.

Narra los denuedos de Genly Ai, agente de la federación galáctica de mundos (el Ekumen), para incorporar el mundo de Gheten a la sociedad galáctica. La cuestión es que sus habitantes han mutado a hermafroditas capaces de cambiar de sexo. Los ‘gethenianos’ son andróginos, humanos bisexuales.

Durante tres semanas del mes, son biológicamente neutros; pero durante la temporada llamada “kemmer”, ellos pueden manifestar las características sexuales secundarias masculinas o femeninas. Nadie sabe que sexo le tocará, aunque en ocasiones el individuo puede elegir el sexo, drogas mediante.

Las diferencias sexuales en la novela pueden ser decodificadas como “diferencias étnicas”. El asunto es que el protagonista, Genly Ai el humano en visita diplomática, es visto por los gethenianos como un pervertido en medio de una sociedad donde la gente manifiesta su género durante el período del “kemmer”.

Le Guin me permite poner el énfasis en lo que deseo afirmar: La ciencia ficción feminista se trata de una alteridad oportuna, pues todo el zeitgeist de la mishpajá está volcado a preguntarse por referentes más creativos y sensibles.

En varias ocasiones, la búsqueda de referentes hace caer a los jóvenes judíos en kvetjes cándidos como aquí, otras en devaneos vitriólicos plenos en chauvinismos.

Por suerte, siempre habrá crónicas de vida, su reflejo en la ciencia ficción y su traspaso a la  imaginación política. Puede que demore en encontrarlas o darle valor, pero siempre hay tiempo.

Mi relación con la ciencia ficción ha cambiado con los años. Empecé como un lector adolescente inspirado en la ciencia ficción de Europa del Este y su visión de la condición humana, y termino como activista conectado en el arte, estilo e innovación continua de un grupo de mujeres y hombres anarquistas judíos, que perseveran en des-alienar una estructura injusta.

Entiendo que no soy único en sentir esta conexión.

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Un comentario

  1. Pueden escuchar su voz aquí:
    http://www.ursulakleguin.com/mp3s/The_Shiksa.mp3

    The Shiksa

    My joyful Jew, my jubilant Jew,
    my young King David, an ear so true,
    I would have given the world for you.
    Why did you listen to elderly voices
    telling you how to limit your choices?
    88 piano keys.
    44 today.
    22 tomorrow.
    Now the only key you play
    the sour note of sorrow.
    No music under the bigotries.
    The tie that binds untied us,
    divinities divide us.
    Sheep to that side, this side goats.
    Still, kneeling on my knobby knees,
    I hear the holy psalms, the notes
    of 87 silent keys.

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