Rusia, the mother land

por ARIEL BOHORODZANER, Est. Derecho, U. de Chile. Vocero FEJ – Federación de Estudiantes Judíos.
 
Viajar a Rusia no es sencillo: requieres contratar un programa turístico o conseguir una carta de invitación, además de tener un itinerario detallado para todo el tiempo que pasarás en el país, con incluso las reservaciones hechas en los lugares que te alojarás, los cuales emiten un certificado que acredita a la policía que estás quedándote ahí de forma legal.
Parece que no les interesa fomentar el turismo extranjero como en la Unión Soviética, para proteger a su población de la mala influencia occidental.
Afortunadamente, Chile junto con Brasil, Uruguay y Cuba son los pocos países exentos de visa. Está especialmente lleno de cubanos ya que es de los pocos países para los que no necesitan visa para salir de la isla.
Como muchos, me esperaba un país pobre, subdesarrollado, todavía sufriendo el legado comunista, pero me llevé la sorpresa de encontrar un país extremadamente ostentoso, calles y edificios monumentales, estaciones de metro sin comparación.
Moscú es una gran capital con una población de 12 millones censados, pero con un estimado de 20 millones, considerando a los inmigrantes ilegales, los cuales se han encontrado hasta viviendo en ciudades subterráneas.
En vez de ver puros Lada, me sorprendí al ver que la PDI manejaba BMW negros. La ciudad está muy viva y no es problema encontrar un restaurante abierto un domingo a las 3 am, o ver miles de personas aprovechando los espacios públicos en verano.
A diferencia del estigma que se suele tener en occidente, el ruso es muy amable, pero como el chileno, es también bastante reservado y no interactúa con extraños sin motivo aparente. Por mi experiencia, tienen un hábito alcohólico mucho más moderado del que su fama pretende.
Tuve la oportunidad de visitar un par de comunidades judías y sorprenderme que aún viven en Rusia 200.000 judíos. La mayoría de las comunidades son de jabad y un par de comunidades Litvishes. Como en todo el mundo, me recibieron como en casa y pude compartir comidas de shabat con otros 500 judíos que me contaron que viven muy bien en Rusia, que la Aliya es principalmente por sionismo y que no tienen mucho que ver los rusos con los inmigrantes de la órbita soviética.
Hoy en Rusia, los judíos no sienten antisemitismo, incluso a dos cuadras de la Plaza Roja me encontré a tres jóvenes repartiendo información sobre la guerra en Gaza, lo cual es impensable en la mayoría de las capitales europeas o latinas, hasta en Chile.
Prácticamente, no vi más turistas extranjeros. Entre la dificultad de sacar visas y la guerra no declarada que se está llevando en Ucrania, tuve que resignarme a hablar esas dos semanas con la poca gente que conocí que hablaba inglés; interesante experiencia aprender un poco de ruso para comunicarme y leer las calles y estaciones en cirílico.
Tomé como desafío personal viajar a Suzdal, un pueblito rural a cuatro horas de Moscú, precioso y muy pintoresco pero a la mitad de la nada. Tuve que tomar el metro, un tren, un bus y un furgón, para lograr llegar y corroborar la belleza del mundo rural.
En mi corta estadía en la tierra de los zares durante el verano, me lleve la impresión de un país de primer mundo donde feliz viviría. En referencia a las mujeres rusas, simplemente no hay palabras que hagan justicia para describir lo bellas que son.

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0 comentarios

  1. Hola Ariel,
    Tuve la suerte de viajar por Rusia 3 meses durante fines de invierno y primavera, pero en el «Lejano Oriente» Ruso. No tuve el tiempo de ir a Moscu ni a la Rusia Occidental, pero comparto tus apreciaciones, acerca de lo que es el país, sus ciudades, desarrollo, para que hablar de los «Oil-garcas», debe ser uno de los paises con mas multimillonarios del mundo. Acerca del consumo de alcohol, es verdad, las generaciones jovenes beben muy poco, la fama del Ruso Borracho se aplica a las generaciones mayores, aquellos que vivieron el colapso de la URSS. Lo que difiero (o complemento) es que los rusos que viven en ciudades mas pequeñas, lejos de Moscu, como las que visite (Vladivostok, Khabarovsk, Birobidzhan, etc) son increiblemente amables, me recuerda un poco a la gente del sur de Chile. La verdad que me sorprendio su hospitalidad.. cada vez me recordaba de la imagen de madre o abuela judía (que seguramente debe tener alguna relacion).
    saludos

  2. Me llamó la atención Ariel tu escrito. Sin ánimo de ofender, cuando se rompe la barrera idiomática vas a descubrir cosas bellas. La gente mayor siempre te dirá cynok (hijito) y tú nunca podrás decir otra cosa: ¡ que dice Babushka (Abuelita)!. A pesar de la barrera idiomática e idiosincrásica, no tengo la menor duda que son los que mas se acercan a nuestra idiosincracía. Saben reír, saben llorar contigo y saben ser muy solidarios. Se que Rusia ha cambiado mucho después del derrumbe de la URSS y no estoy diciendo que era el Paraiso. Pero una cosa es el sistema político y otra la gente de a pie. La próxima vez que vayas a Rusia te recomiendo que vayas a Vladimir, a los bosques de Tula y Bryansk. Rusia es un país que es un continente y se necesita toda una vida para agotarlo.
    Уроды! Кличут бурю, а потом стоять под тучами, чтобы сообщить, что идет дождь!
    Eso significa, esos malditos crean la tormenta para después ponerse bajo las nubes y anunciar que está lloviendo (traducción no literal).
    Eso me lo dijo una Babushka hace muchos años atrás y se había mamado toda la tragedia de la 2da guerra mundial, allí en los bosques de Bryansk, trás las líneas enemigas. Nunca Ariel tuve la oportunidad de preguntarle nada, me habían advertido que no podía preguntar nada sobre la guerra. No fue el KGB quién me hizo esa petición, fue su nieta. Y Mi Babushka nunca tuvo hijos. Así son los rusos (as).
    Nota: si quieres regresar y quieres hints me puedes escribir al email que en privado envío.

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