Primer Seminario de Inclusión en la comunidad judía de Chile

por NICO RIETHMÜLLER, Director Editor El Diario Judío. Est. Heschel, Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall T. Meyer. Sociólogo, U. de Chile.
 
En los primeros días de marzo, se llevó a cabo, de manera histórica e inaudita, el Primer Seminario de Inclusión para jóvenes judíos de Chile, organizado por El Diario Judío, financiado por el Programa Grassroots Events de Charles and Lynn Schusterman Family Foundation, y llevado a cabo en la sinagoga de la comunidad judía de Viña del Mar.
El seminario tuvo como objetivo responder a la pregunta ¿cómo podemos potenciar la inclusión y diversidad en nuestras actividades comunitarias?, abordando el tema desde 5 ejes centrales de diversidad: política, social, religiosa, sexual y de género.
Entre los panelistas, se reunió a un tremendo grupo de profesionales, intelectuales, seminaristas y oradores. En el panel de diversidad religiosa, participaron el Rabino y sociólogo Ari Sigal, de la Comunidad Israelita de Santiago y de la tnua Betel, el seminarista Diego Edelberg, de la Comunidad Ruaj Ami, única comunidad en Chile a la izquierda del movimiento conservador, el seminarista Lucas Lejderman, Mashpiaj del Instituto Hebreo de Santiago, y Hori Sherem, seminarista de la Comunidad Tefilat Shalom y de la filial juvenil Beit Tefilat, en Buenos Aires.
Contamos con los líderes espirituales de las instituciones judías más grandes y más pequeñas de nuestro país, para determinar que ambas experimentan dilemas de inclusión similares. Desde Argentina, Hori nos narró especialmente casos particulares en los cuales a su kehila iban llegando todo tipo de excluidos en nuestra discriminadora comunidad: chicos trans, chicos de color de piel oscura, jóvenes que querían escapar de sus casas por exceso de alcohol, todo tipo de situaciones que muchas veces son calladas más que conversadas abiertamente.
En el panel de diversidad socio política, participaron Yonathan Nowogrodski, Ex Director Ejecutivo de la Comunidad Judía de Chile, quién nos contó anécdotas de sus más de 20 años de trayectoria y liderazgo comunitario, de cómo la dirigencia judía chilena sabe tan poco de cómo incluir a los javerim que son «distintos», como cuando cierto Presidente de la CJCh, en su máximo esfuerzo por entender la diversidad social, quería poner buses de acercamiento en Puente Alto y La Florida para llevar a los judíos «pobres» a rezar al Mercaz.
Participó también Marcelo Carvallo, ex Vice Presidente del Centro Progresista Judío Meretz Chile, quién hizo un llamado a repensar los espacios de participación política desde lo judío, tan dejados de lado por nuestra comunidad por espacios más superficiales, aprovechando su experiencia como dirigente político universitario. También, la periodista y Máster en Filosofía Paula Calderón, haciendo reflexionar en los conceptos de lo público y lo privado y de la participación política, desde Hannah Arendt, en una sociedad que pareciera cada vez más olvidar la importancia de lo político, e Isaías Sharon, conocido Coach de larga trayectoria, quién nos contó emocionantes vivencias, de cómo le hacían la vida difícil en su universidad por ser judío, al mismo tiempo que no lo dejaban entrar a las sinagogas en Chile por no haber nacido de madre judía, viviendo la exclusión desde adentro y desde afuera.
El panel de género fue de un altísimo nivel intelectual. Reunimos a la ya mencionada Paula Calderón, quien discutió los conceptos de judeidad y judaísmo desde Hannah Arendt, y de cómo las mujeres tienen un rol central en la construcción de dichos espacios. También estuvo Daniela Rusowsky, Máster en Antropología, quien reflexionó sobre el espacio de la cocina y la importancia del rol de la mujer en dicho espacio, a pesar de ser un espacio judío más dominado por los hombres. Además, estuvo Francesca Bucci, Historiadora del Arte y Máster en Gestión Cultural, quien reflexionó sobre la constante pérdida de patrimonio y memoria de los judíos en Chile en manos de estrategias despiadadas de mercado, como la sinagoga del círculo de Serrano, que hoy es un edificio de Paz Froimovich, en vez de ser un hermoso museo judío en el centro de nuestra ciudad, símbolo de una época y paradero obligado para todos los turistas que visitan nuestro país, y un vivo recuerdo para todas nuestras generaciones. Y también estuvo la socióloga y Máster en Recursos Humanos Macarena Vargas, quién nos hizo reflexionar sobre Equidad en nuestro machista país.
En el espacio de diversidad sexual, contamos con el Concejal de Providencia Jaime Parada, primer homosexual abiertamente reconocido en Chile que ganó una elección democrática, un líder encantador y carismático, profundo y apasionado, con el que tuve el placer de compartir la mesa para contar nuestras experiencias de lo que es ser gay en Chile. Contamos con Jaime Parada como orador de cierre, para dar fin a tan impecable encuentro. Además, en la cena de shabat, pude compartir con los jóvenes mis experiencias de ser gay en la comunidad judía, y de cómo hoy tengo el honor de ser estudiante del Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall T. Meyer, y de algún día, seré el segundo homosexual abiertamente reconocido en convertirme Rabino del movimiento conservador en el continente.
Además, contamos con la participación de Daniela Allende, abogada experta en derecho laboral y en temas de acoso, para distinguir lo que constituye acoso y abuso sexual en nuestro país, y con la simpatía de Rene Arriagada, Ex Director de Hagshama y Ex Mazkir del Hashomer Hatzair, quién nos hizo juegos entretenidos en la mañana para arrancar bien el día.
Los oradores, además de sus impecables presentaciones, demostraban un interesante punto: muchos de ellos eran grandes amigos, incluso marido y mujer, compañeros de estudios, compañeros de militancia política, para demostrar que la gente apasionada e interesante atrae sólo gente apasionada e interesante, al igual que los participantes del seminario. No fue un seminario de juventud, de juegos y fiesta, fue un seminario de inclusión, donde necesariamente, las personas que participaron, en algo sienten que no encajan en el sistema, lo que implica un grado más alto de empatía, y por ende, de ganas de trabajar por construir un lugar mejor en la sociedad.
Tuve la oportunidad de ejecutar un hermoso espacio para jóvenes judíos, de un altísimo nivel intelectual, con un abanico de panelistas impecables, en un programa exigente y entretenido, dando espacios educativos y también un marco para que los participantes se conocieran y se hicieran amigos, salieran de fiesta y estrecharan fuertes vínculos. Fue realmente muy emocionante ver la alegría y la satisfacción entre los que participaron, sintiendo cómo personas judías que se sienten excluidas de los marcos tradicionales de nuestra comunidad, encontraron un marco de pertenencia judío y un nuevo grupo de amigos judíos para fortalecer su vida y su identidad.
Agradezco profundamente a todos los que participaron, a los jóvenes que fueron como asistentes, a los panelistas, todos grandes amigos míos y personas que admiro muchísimo, a la Fundación Schusterman por haber confiado en mí y haber financiado semejante iniciativa, a la comunidad judía de Viña del Mar, su Directiva y su Rabino, por haber trabajado con paciencia y dedicación para s realización, a todos los que compartieron mi alegría y satisfacción en la organización y ejecución del seminario, y a todos los que me desafiaron y criticaron, quiénes sólo me reafirmaron la decisión de fomentar un espacio así en nuestra comunidad.
Me dijeron de todo mientras organizaba el seminario. Que era un encuentro de gays, un encuentro de conversos, un encuentro de nerds, y un encuentro de rechazados… La comunidad judía no es sólo para los que encajan en el sistema, no es sólo para los más cuicos, para los más machos, para los más populares o los más atractivos, es para todos, y El Diario Judío se enorgullece en haber llevado esta enseñanza.

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