Antisemitas, vengan de a todos

por WALDO WOLFF, Diputado Nacional, Congreso de la Nación Argentina. Lic. en Administración de Empresas, U. de Belgrano. Ex Vice Presidente de DAIA – Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas. Ex Presidente de FACCMA – Federación Argentina de Centros Comunitarios Macabeos.
 
Hace dos años y medio que soy Diputado Nacional y ya fueron varios los ataques antisemitas formales de parte de los de siempre que sólo cambian de piel y que muchas veces se refugian debajo del falso progresismo.
En el 2015, fui acusado de Traición a la patria por el gobierno anterior, inventando que yo recibía órdenes de Paul Singer, representando intereses extranjeros y corporaciones económicas (en una causa que fue archivada por falta de mérito), las mismas acusaciones que los Nazis les hacían a mis abuelos en Alemania en la década del ’30.
A fines del año pasado, fui señalado por el Diputado Moreau de Unidad Ciudadana como agente del Mossad, servicio secreto israelí. A raíz de eso, lo denuncié por instigación a la discriminación, cargo por el que está actualmente procesado y por lo que, a la brevedad, promoveré una causa civil intentando que lo obtenido en concepto de resarcimiento sea destinado a alguna institución benéfica que concientice acerca de los peligros de este flagelo.
Hace pocos días, algunos medios afines al gobierno anterior mostraron imágenes de un viaje que organizó el Ministerio de Seguridad a Israel en 2016 y al que yo concurrí invitado oficialmente en mi carácter de Vicepresidente de la Comisión de Seguridad Interior para participar de un congreso de Seguridad que se desarrolló en la ciudad de Tel Aviv.
Emulando a Goebbels, estos medios disfrazan una investigación en la que, con supuesta genialidad, descubren mi presencia en dicha comitiva y dejan traslucir, siempre con ironía, que yo tengo que explicar mi presencia en dicho viaje.
Mi presencia en dicha comitiva no sólo fue oficial, sino que está exhibida en todas mis redes. Como el Poder Ejecutivo Argentino terminó de negociar la compra de dos lanchas lacustres para combatir el narcotráfico, deslizan que yo tuve algo que ver con dicha comercialización. Además de desconocer que no puedo ser yo parte de una negociación, ya que pertenezco al Poder Legislativo, tal vez lo que más les moleste es la adquisición de equipamiento para luchar contra el narcotráfico, actividad que no sólo genera récords de incautación cada mes en nuestro país, sino que contrasta notoriamente con la complicidad por inacción en dicha materia de la gestión anterior. Que la ignorancia de dicho análisis no tape el antisemitismo que revela.
Durante estos dos años, asistí a diversas actividades que me formaron en temas vinculados a la Seguridad en distintos países, pero el antisemita disfrazado de periodista desliza que, como soy judío, seguramente mi viaje a Israel es parte de una corporación subterránea sobre el que se siembran dudas. Mis viajes y capacitaciones a Uruguay, EE.UU. y Europa no alcanzan para sembrar el “miente, miente, miente que algo quedará” de Goebbels.
Por otro lado, resulta interesante cómo los acólitos de estos antisemitas disfrazados de periodistas, en los posteos de redes, me piden muchas veces que explique acerca de Beraja o de otros argentinos judíos que ocuparon cargos en instituciones judías a las que se accede por elecciones en gestiones distintas a las que yo fui vicepridente (2012-2015).
Es como pedirle a Cristina Fernández de Kirchner explicaciones acerca de Isabelita o Alfonsín respecto de Perón.
Es muy de antisemita creer que los judíos somos responsables de todo lo malo que hace cualquier judío, pero que la antipoliomelítica inventada por el judío Sabín es patrimonio de la humanidad.
A alguno de estos progresistas, ¿yo los culpo por la entrada de Eichman y miles de Nazis entre el 46 y el 55? O cuando quiebra un banco que es propiedad de un gentil o le descubrimos 22 veces la superficie de la Capital Federal a Lazaro Báez, ¿yo le pido explicación a quien profese su fe?
«Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero sino, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío», decía Einstein.
Sigan inventando confabulaciones de la sinarquia internacional mientras todos seguimos descubriendo vuestro más recalcitrante, vernáculo y radical antisemitismo.
Antisemitas, vengan de a todos.

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