La crisis del humor chileno

por ERIC NICOLAIEVSKY, Est. Psicología, PU. Católica.

Chile está en un momento de crisis y cambios a todo nivel. Dentro de la realidad convulsionada del país, creo que no es menor la crisis que vivimos respecto del humor nacional, el cual, si observan un poco, es bastante uniforme y repetitivo. Mucha gente está cansada de lo que ha sido típicamente el humor chileno, el cual tiende generalmente a lo vulgar, y habitualmente recurre a los chistes fáciles, apoyados en los golpes de payasos (o paipes) y en groserías sexuales o insultos.

¿Quién no está cansado ya de los típicos chistes que hacen los humoristas chilenos de “a tu hermana le dicen la…”? en donde la mayor variación es interpelar a la madre, esposa o hija del sujeto aludido, o los de “¿en qué se parece tu hermana a…?”, que también resulta una ligera alteración de la primera fórmula, en donde la dinámica es comparar a la determinada hermana con un objeto para resaltar algún atributo negativo de ésta (fea, suelta, gorda…usted elija). Si bien este problema es más silencioso que el de la educación o el de la política, yo creo que también es un área en crisis y que, por lo tanto, también necesita un cambio (después de todo, si nos tomamos el humor “un poco en serio”, podemos entenderlo como una forma de representación con su propia estética, por lo que simplemente es otra forma de arte).

Básicamente el cambio está siendo producido por dos razones principales. En primer lugar hay que considerar que la cultura en el país ha resurgido de manera impresionante desde que volvió la democracia, por lo que sería iluso esperar que más de veinte años de acumulación cultural no influyan en la inteligencia de las personas, quienes buscan contenidos más elevados para satisfacer sus necesidades de recreación (éste fenómeno no solo se da en la comedia, basta con ver una película de terror o un comercial de hace dos décadas para ver que la gente antes era mucho más fácil de impresionar). Y en segundo lugar es necesario considerar el manoseado fenómeno de la globalización, el cual posibilita a los residentes de cualquier país intercambiar y consumir contenido producido en cualquier otro. Ésta situación es recurrente, sobre todo en los jóvenes, ya que son los que más series “sitcoms” consumen, los que más navegan en portales de humor y ven películas o videos en youtube producidos en Estados Unidos (que produce toneladas de comedia) y otros países (Argentina principalmente, dado que se comparte el idioma). Es por esto que el humor chileno debe mejorar pronto, ya que, dado en el escenario competitivo en el que está, se encuentra interactuando con países que están más avanzados en ésta materia.

¡Pero no todo está perdido! Ya existen cada vez más iniciativas nacionales que revelan esta tendencia de cambio hacia un humor de mayor nivel cultural. Ejemplos de esto son Kramer, La Vida Del Desvelado, Los Improvisadores o el grupo Wokitoki, que presentan un humor conceptual más elevado (abstraer un fenómeno sociocultural y ridiculizarlo o satirizarlo mediante la exacerbación de sus atributos. Ejercicio que requiere alto grado de observación y análisis). Y tampoco hay que olvidar al gran Coco Legrand, que para mi gusto es un adelantado a su época.

En este contexto, recomiendo revisar la propuesta del grupo artístico Le Fash en su nueva página www.lefash.cl, donde se puede observar la nueva tendencia del humor conceptual chileno.

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