El quinto tzitzit

por LEANDRO GALANTERNIK, Lic. en Administración, U. de Buenos Aires. Posgrado en Juventud, Educación y Trabajo de FLACSO. Est. Master en Organizaciones sin fines de lucro en la Universidad Hebrea de Jerusalem. Representante judío en la Red Juvenil Interreligiosa de Religiones por la Paz para América Latina y el Caribe.

Algunos judíos (incluyendo ambos géneros) usan por debajo de su remera un talit katan, una vestimenta de cuatro cantos con tzitzit (“flecos”) que se los colocan por dentro o por fuera de la ropa según diversas costumbres. Los hay blancos, en su mayoría, o también de colores (un color más que nada, el tjelet).

Esta prenda de vestir nos recuerda sobre las mitzvot, esos 613 preceptos a los que estamos ligados por el mero hecho (como si fuera cosa fácil) de ser judíos. Pero son cuatro, uno en cada punta de esa vestimenta rectangular. ¿Dónde está el quinto?

No les presentaré el quinto poder, (muchos ya vimos esa película) sino que les presentaré el quinto tzitzit. Este nuevo elemento de la tradición proviene de la tecnología y no tiene mucho que ver con los otros cuatro en su forma, textura u origen, pero sí en su finalidad.

El quinto tzitzit también tiene varios colores, formas y maneras de mostrarlo. Pero tiene una finalidad similar a los tradicionales y muchas veces los he visto juntos. Incluso, este quinto tzitzit puede ayudarnos a cumplir mitzvot.

Develando el misterio, el quinto tzitzit es el cable de unos aparatos transductores, más conocidos como auriculares. Pueden ser blancos, de Mac, o de muchos colores, pueden tener cables largos o cortos, audífonos chicos o grandes, pero todos cumplen la misma función: traducir señales eléctricas en sonido.

Los tzitzit también sirven para traducir. Nos incitan a traducir en acciones los mandamientos milenarios de nuestro pueblo, los valores fundacionales a través de los cuales el Pueblo Judío transitó y marcó la historia.

Esos valores y mitzvot están en los textos, las enseñanzas, las historias y las acciones de quienes nos precedieron y con quienes compartimos este mundo. Nuestra primera acción debería ser salir a su encuentro. Hay una inmensa cantidad de contenido judaico para escuchar en cualquier momento del día o de la noche. Enseñanzas provenientes de las más diversas formas de vivir el judaísmo que marcarán nuestra conducta si dejamos que las palabras nos lleguen al alma, al corazón y a la mente.

Quienes usan talit katan y tienen algún reproductor en el bolsillo, el cable de su auricular se hace espacio entre los tzitzit, mezclando tecnología y tradición. Puede ser una música o tal vez una clase, dependerá qué es lo que se esté escuchando o cómo se lo está escuchando para convertir la magia de la transformación de señales eléctricas de sonido en el cumplimiento de las mitzvot.

Transformemos un mero auricular en un quinto tzitzit.

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