La deuda de la comunidad judía con sus hijos gay

por HOD Chile, Judíos por la Diversidad.

 

Los estudios del Ministerio de Salud, Todo Mejora y MOVILH señalan que para el 2020 se suicidará un joven chileno al día. Los informes de la OCDE ubican a Chile en segundo lugar en cifras de suicidios a nivel mundial, sólo después de Corea del Sur. Un joven gay tiene 8 veces más posibilidades de suicidarse si no cuenta con el cariño, apoyo y contención familiar. En los colegios, los chicos gay sufren 4 veces más violencia. En el 2020, la relación de suicidios será de 1 chico heterosexual por 2 chicos gay.

Los jóvenes gay sin contención presentan conductas sociales ligadas al alcohol y a la alta rotación laboral, repercutiendo en los factores de empleabilidad, previsión social o de salud. Las cifras en adultos mayores gay también son alarmantes.

Nuestra sociedad no anda bien. Aunque tenemos una mayor aceptación social y políticas públicas que apuntan hacia a la integración e igualdad, todavía quedan sectores en que el machismo, la falta de empatía y la no valoración del otro como sujeto igual,perduran con conductas patriarcales violentas y retrógradas.

Sabemos de historias dolorosas de personas judías gay que debieron soportar burlas y discriminación, sin contención ni apoyo familiar, que optaron por casarse, exiliarse para ser felices o que tomaron la decisión de quitarse la vida. Hay una deuda pendiente de la comunidad judía de Chile con todos sus hijos gay.

Hod Chile está enfocando sus objetivos en el resguardo de los derechos de los judíos gay, con el fin de garantizar un trato igualitario y evitar todo tipo de discriminación, promoviendo el respeto y la diversidad. El proyecto Psicólogos Hod está orientado a canalizar inquietudes y preocupaciones, considerando tanto el plano individual como el familiar, de quienes se acerquen a sus rabinos o directamente a nosotros, para recibir ayuda profesional especializada (hod.chile@gmail.com)

Mientras las palabras progresismo, SIDA, gay, lesbianas, matrimonio igualitario o pareja, sigan causando ruido y sean evitadas en nuestras comunidades, creyendo que existe una varita divina que nos protege de estos males, como judíos no bajaremos la guardia y seguiremos luchando por los derechos de todas y de todos. Estamos visibilizando un problema de salud pública, una realidad social que ya no puede ser evitada.

Queremos ser fieles a nuestra visión ética de judaísmo que fomente el respeto a la diversidad, independiente de la identidad sexual, de género, de pertenencia étnica, pensamiento político, afiliación religiosa y condición socio económica. “Para amar sinceramente a Dios, uno debe amar primeramente al hombre. Si alguien te dice que ama a Dios y no ama a su prójimo, sabrás que está mintiendo”, Sidur.

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