Este no es mi Chile

por JONATHAN RAPAPORT, Psicólogo, U. del Desarrollo. Director Museo Inclusivo.com
 
La primera vez que escuché la palabra “pintoresco” fue en el Barrio la Boca, Buenos Aires, y me hizo mucho sentido. Los colores, la cultura, los artistas, los vecinos, el ambiente, el ruido, los olores, el comercio, los turistas, todo era “pintoresco”. La segunda vez que la escuché fue en mi Chile, de una persona mayor para referirse al campamento Juan Pablo II, en Lo Barnechea.
Cuando era chico, me enseñaron que las cosas que nos cuesta hablar, los tabúes, lo que la sociedad no quiere discutir abiertamente, usualmente están llenos de sinónimos y sobrenombres. Sólo pensar en la cantidad de palabras que existen para nombrar al sexo, al pene, al gay, a la muerte, o a Dios.
Hoy entiendo que “pintoresco” se usa para esconder la palabra pobreza, que “persona con capacidades diferentes” se usa para esconder la palabra “persona con discapacidad”, y por supuesto que las PcD tienen capacidades diferentes. Todos somos diferentes y todos tenemos habilidades que destacan en uno, a pesar que en algunos destaquen hasta tal punto que parezcan un don, sin embargo, mientras concentremos el foco en las “capacidades diferentes” de las PcD vamos a olvidar que efectivamente tienen una discapacidad, y como país vamos a estar tranquilos porque no tenemos que pensar en cómo hacemos de su discapacidad un factor no limitante.
Si utilizamos eufemismos para referirnos a fenómenos sociales que son tremendamente injustos, jamás vamos a poder avanzar. Nos sentimos orgullosos de ser un país saliendo del subdesarrollo, tan cerca de estar entre los primeros, pero estamos muy lejos de serlo.
Armamos campañas en las redes sociales para difundir los sueldos de los parlamentarios, senadores y diputados. Ponemos las fotitos cliché que comparan los sueldos de los políticos con el de los profesores, bomberos y carabineros. Organizamos marchas por la avenida principal de nuestra capital y regiones para protestar por la injusticia, y en eso quemamos el local y el auto de cualquiera. Le tiramos piedras al aire, como si por arte de magia fueran a caer en la cabeza de algún político, y termina cayendo en la cabeza de la hija de cualquiera de nosotros, dejándola en el mejor de los casos con una contusión y un mal recuerdo.
Protestamos contra las hidroeléctricas, acusando el daño que le producen a nuestro medio ambiente, pero nos quejamos y volvemos a armar campañas en las redes sociales por el impuesto verde. Lloramos como niños con las 27 horas de amor de la Teletón, pero el fin de semana siguiente usamos los estacionamientos de minusválidos en los mall porque “estoy apurado”, “voy y vuelvo”, “es solo un segundito”. Pero estos estacionamientos no son de preferencia para las PcD, son de su exclusividad.
Impresionante la cantidad de memes que le hacemos a nuestros presidentes, de reírnos como hablan, como se visten y de alegrarnos por sus fracasos, y nos olvidamos que sus fracasos son de todo nuestro País. Somos expertos en funar ministros, especialmente cuando dicen, sin filtro ni miedo, lo que todo Chile sabe.
Armamos páginas web para mandarle saludos a Martín Larraín, porque estamos enojados por quedar libre y eso nos parece injusto, pero no le hacemos una página web al fiscal, al juez, a sus abogados, o a sus amigos que mintieron por protegerlo, porque su vida vale mucho más que la de un borracho del pueblo.
Hicimos Trending Topic “Todos Somos Manuel” porque creímos injusta su detención por tener en su posesión 780 gramos de marihuana, pero nadie grita ni twitea por los miles de detenidos cumpliendo condena por el mismo ilícito, y lo peor de todo, nos da miedo presionar por su legislación y regulación, y nos conformamos con asistir a otra de esas marchas que más que para fumar pito no tienen ningún efecto real en las demandas.
De seguro, te parecen injustas éstas y otras muchísimas cosas más, y probablemente quieres y te interesa hacer algo más que compartir la foto o frasecita del momento. Existe una ONG o algún tipo de agrupación para cada una de estas injusticias. Existe la participación ciudadana. Los países desarrollados tienen un mayor índice de voluntariado y activismo, muy lejos del nuestro. Si te molestan éstas cosas, levántate, pelea y defiende.