Fútbol israelí: peleando fuera y dentro de la cancha.

por ALBERTO DUEÑAS, Est. Ingeniería Comercial, U. Adolfo Ibáñez.

 

En Chile, prácticamente se podría decir que el único deporte seguido y cubierto por los medios de prensa, a nivel nacional, es el fútbol. Nuestra selección está ad portas de clasificar a su noveno mundial, y por primera vez en su historia a dos consecutivos. Brasil 2014 es el lugar y el año a disputarse la próxima cita. Sin embargo, mientras acá disfrutamos de la “Sampaolimanía” luego del legado de Bielsa, en Israel la cosa es muy distinta.

El fútbol israelí ha gozado de pocas alegrías a lo largo de su existencia. Israel ha disputado sólo un mundial en toda su historia. Fue el de México 1970, en donde quedó eliminado en la fase de grupos con tan solo 2 puntos logrados tras dos empates (con Suecia e Italia) y una derrota (Uruguay). A diferencia de Chile, Israel no se centra sólo en el “deporte Rey”. El básquetbol es muy fuerte allá y es incluso tan seguido por los aficionados y los medios, como el fútbol. Pero el fútbol cada día tiene más protagonismo y los hinchas exigen paulatinamente una clasificación a la máxima cita planetaria.

En la clasificatoria para el siguiente Mundial, Israel está en el grupo F, en donde también participan Portugal, Rusia, Azerbaiyán, Irlanda del Norte y Luxemburgo. Cabe recordar que Israel participa en la eliminatoria europea debido a razones de seguridad política.
En este grupo se ubica actualmente en la tercera posición, detrás de Portugal y Rusia, pero con tan solo 3 puntos menos que el primero (Portugal), y debiéndose enfrentar todavía con Rusia y Portugal. Es decir, si Israel gana sus próximos dos partidos, podría alcanzar la cima del grupo y volverse a instalar por segunda vez en su vida en la élite mundial del fútbol.

Pero Israel no sólo debe batallar deportivamente. En el último partido frente a Portugal, un jugador israelí quiso intercambiar camiseta con Cristiano Ronaldo. La figura del Real Madrid y del cuadro andaluz  se negó. Luego declaró que no le interesa tener la camiseta de asesinos. Es decir, más allá de lo difícil que siempre le ha sido a Israel enfrentarse y salir con éxito de sus enfrentamientos deportivos, también debe lidiar con la prensa mundial que no le quita el ojo encima.

La política al parecer juega un rol más importante que el deporte en sí mismo para algunos. ¿Es esto ético? ¿No es el deporte una instancia para dejar las diferencias de lado? ¿Lo bonito del fútbol  acaso no es que se enfrenten once hombres contra otros once, sin diferencias? Al parecer no todos lo ven así. Para algunos, Israel es sólo “el equipo que sobra”, el equipo del “país asesino”. Israel debe batallar solo contra esto para abstraerse y lograr mentalizarse para en lo que en definitiva trata el fútbol. Ganar.

En Chile estamos gozando de una alegría que por años no vivimos, debido a variados fracasos deportivos y estando siempre a la deriva de las grandes selecciones mundiales, ya sea por la soledad que nos brinda la posición geográfica, las situaciones políticas o los escasos logros deportivos. Pareciera ser que aquella situación está quedando en el olvido y nos estamos insertando una vez más en la élite mundial del deporte. En Israel pasa lo opuesto, cuando se comienza a vislumbrar un mejoría cuantiosa en cuanto a la calidad y los logros en el fútbol, el mundo es el que se encarga de apuntarlo con el dedo, dejándolo solo y teniendo que ganar no sólo en la cancha, sino que también afuera.

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2 comentarios

  1. Con todo, el equipo de Israel es el que canta con más pasión su himno… al menos yo me emocioné con ellos al ver un video (a riesgo de no ser objetivo)… o tengo el recuerdo no preciso de unos deportistas olímpicos (creo que era florete), que se hicieron respetar y cantaron ellos y, finalmente, hubo que incluirlos en la premiación por su medalla… como correspondía (sorry por lo poco preciso de mi recuerdo)… pero «tha’s the way»

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